Como todo en la vida, hay timelapses buenos y timelapses malos. Los primeros nos presentan una realidad en movimiento de una manera que no estamos acostumbrados y por lo tanto nos sorprenden. Por otro lado, tenemos los timelapses malos, donde lo que sucede no es interesante, es mas bien aburrido.
En estos tiempos de redes sociales, por alguna razón las personas no tienen mucha paciencia. Es por esto que si un video que ven es malo o aburrido, simplemente lo cancelan y dedican su atención a otro tema.
La razón de que existan timelapses malos es principalmente por la falta de planeación y visualización previa de lo que se pretende hacer.
Antes de presionar “grabar” o comenzar a tomar fotos, hay que dedicar uno o dos minutos a observar qué es lo que se mueve y qué tan rápido lo hace. En base a eso determinaremos el intervalo, es decir cada cuánto tiempo se va a tomar una foto. Esta secuencia de fotos se acomoda en bloques de máximo 30 por segundo que es el estándar de video y al reproducirse de esta manera presenta en segundos algo que fue grabado tal vez en varias horas.
Es recomendable hacer una prueba de uno o dos minutos para ver si la decisión que tomamos del intervalo fue buena. De esta manera sabremos si vale la pena dejar la cámara puesta por un buen rato y evitar así “lograr” un timelapse aburrido como los que se muestran más adelante. Vale más “perder” esos 5 minutos que dedicar horas a hacer y postproducir un tiemlapse que va a ser aburrido.
Recuerda que los timelapses “aburridos” no deben mostrarse, no deben llegar al público. Es preferible analizar qué pasó y volverlo hacer ahora si de buena manera.
Si seguimos estos consejos les puedo asegurar que tus timelapses no serán tan malos como los dos que muestro más adelante…
Situación:
En este ejemplo de un timelapse “bueno” se muestra una reunión familiar que duró alrededor de 4 horas. Había actividad en el asador, en las sillas al lado de éste y en la alberca. Un timelapse de una sola toma hubiera sido aburrido y con una visión limitada de lo que sucedía, por lo que cada determinado tiempo movía yo la cámara de lugar para contar todas las historias que pasaron durante esa tarde. El resultado fue un video de 1 minuto y 12 segundos donde los que no fueron se pueden dar una buena idea de qué sucedió esa soleada tarde.
Un timelapse malo es uno que se hizo sólo por el hecho de hacerlo. Suele suceder que se realizó sin analizar el movimiento de las cosas y sin que hubiera un propósito para hacerlo, o una historia que contar. Un ejemplo clásico es un atardecer sin nubes en el cual el cielo azul solo pierde su color hasta quedar en obscuridad. Los timelapses se basan en el movimiento, si el tema no se mueve no hay aceleración del movimiento y por lo tanto no se vive la magia del movimiento acelerado.
No se preocupen si algún timelapse les queda aburrido, esas cosas pasan. Según Luis Caldevilla (luiscaldevilla.com), gurú de los timelapses en España, por cada timelapse bueno, siempre sale uno malo. El chiste es aprender de cada uno e ir intuyendo dónde habrá un timelapse genial.
Se dice que se aprende más de los errores que de los aciertos. Es por eso que a continuación les muestro algunos de mis peores timelapses. De esos he aprendido mucho y espero que el compartirlos sirva para que muchos de ustedes eviten hacer las cosas como las hice en estos casos:
SItuación:
Estaba en un día de campo, y pensé: “… por ahí va a haber un atardecer… naturaleza, nubes… esto puede ser grandioso”… pues no, no lo fue. Lo que pasó es que aunque las nubes son un elemento en movimiento, estuvieron muy delgadas y pequeñas. La silueta de los árboles normalmente funciona muy bien en un atardecer, pero como están lejos, el movimiento de las ramas es apenas perceptible el timelapse no fue bueno. Ahora que me pasó esto, puedo pensar y prever mejor lo que va a suceder antes de hacer el timelapse de naturaleza.
Situación:
Me encontraba impartiendo una clase particular en la sala de juntas de una empresa. En un descanso vi que las nubes pasaban rápidamente y pensé en discretamente poner mi celular a grabar un timelapse. Lo hice rápidamente porque no quería que el receso acabara e incomodar a mi cliente.
Mi error: estaba tan entusiasmado por hacer el timelapse que no me dí cuenta que el objeto en movimiento (las nubes) estaba muy lejos y por lo tanto aparecía muy chico en relación a mi cuadro provocando un desperdicio de espacio y una composición mala. En fin, aunque me hubiera dado cuenta, normalmente los celulares no traen telefoto… no habría mucho que pudiera hacer.
Como en cualquier composición, es recomendable que nuestro sujeto a fotografiar (en este caso las nubes) ocupen la mayor parte del cuadro. Este timelapse no funciona porque las nubes ocupan sólo una pequeña parte de la imagen e incluso son tapados por el techo de la bodega contigua.
Situación:
En un día de campo en el rancho de mi tía Bety y observé que junto a la casa había una jaula con un pájaro en ella. Cantaba y se movía de un lado a otro en su jaula por lo que decidí hacer un timelapse de eso. Coloqué cámara en un tripié y media hora después revisé la secuencia grabada. Descubrí decepcionado que el timelapse casi no tenía movimiento. Efectivamente el pájaro se movía dentro de la jaula, pero a lo mucho se desplazaba 15 o 20 centímetros. La jaula también se movía un poco con el viento así como las hojas de los árboles, pero no fue suficiente para hacer un timelapse interesante.
Aquí de nuevo aplica el consejo de hacer una pequeña prueba y destinar unos minutos a analizar y visualizar lo que pretendemos lograr. Tal vez no sea una buena idea hacer un timelapse aquí y podemos aprovechar ese tiempo y la cámara en otro rincón del mismo lugar.
No quisiera que pensaran que solamente hago timelapses malos, por lo que en mi siguiente post prometo hablar de los tipos de timelapses que en mi opinión existen y ahí si, los ejemplos serán buenos (al menos para mi…)
© Copyright Luis Roberto De León.
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